LA DIVISIÓN DEL RADICALISMO

La Unión Cívica Radical que hasta el advenimiento del peronismo había sido el Partido político más popular de la historia, se mantuvo más o menos unido durante la larga dictadura que duró desde 1943 a 1955, con el ascenso al poder del fascismo autóctono. Durante esos años de censura política muchos legisladores radicales, socialistas, comunistas, demócratas fueron perseguidos y encarcelados. Cuando Ricardo Balbín fue injustamente acusado de desacato, su segundo en el bloque de diputados nacionales radicales (a la sazón Arturo Frondizi) lo defendió. Con la llegada de la Revolución Libertadora (1955) y el reestablecimiento del orden republicano y de la Constitución de 1853-60, salieron a la luz los problemas internos que siempre aquejaron al radicalismo. Esta vez los desentendimientos y rivalidades eran irreconciliables y fatales. Como bien se explica en esta sección, con la palabra de los protagonistas de aquellos acontecimientos, todo tuvo su origen en la desfachatez moral de un personaje nefasto para la historia argentina, como fue Frondizi. Desde ese momento la Unión Cívica Radical se divide en U.C.R.I. (Intransigente - de Frondizi) y U.C.R.d.P. (Unión Cívica Radical del Pueblo), esta última ganaría judicialmente la personería jurídica del centenario partido radical, y contínua siendo U.C.R., con su escudo, su himno y su historia de más cien años de honestidad y progreso.

 

Frondizi malogra la gran posibilidad democrática del país

"Yo tengo una teoría respecto de la escisión que, considero, tiene bastante asidero: estoy convencido de que el partido se dividió por el petróleo; en la última reunión que mantuvieron Frondizi y Balbín, éste le propuso ir a la Convención Constituyente de Santa Fe (cuando el partido estaba todavia unido) reformar la Constitución y después Balbín lo acompañaría como vicepresidente en la fórmula. Pero Frondizi no aceptó; y no aceptó porque, sabía que el radicalismo en la constituyente iba a mantener el artículo 40 de la Constitución de 1949 que señalaba la propiedad imprescriptible del subsuelo, con lo que todos los planes que Frondizi tenía respecto del petróleo, le hubieran resultado mucho más difíciles de concretar. Además, con el radicalismo unido, Frondizi no podía haber hecho con el petróleo lo que hizo durante su presidencia con el partido dividido. ¿Entonces qué objeto tenía dividir el partido? No cabe duda que llevar adelante el plan principal del petróleo que tenía Frondizi, sin la atadura respecto de una ideología como la que tiene el radicalismo, en el sentido de mantener el manejo del petróleo a través de YPF ...Entre Balbín y Frondizi, no había diferencias de criterio, sino de ambiciones: Frondizi quería ser presidente de la República y buscó todos los mecanismos, todas las formas, todos los actos que lo llevaron a él a dividir el partido. Cuando Frondizi conoce a Frigerio se acentúa su diferenciación con el radicalismo y Frondizi, nunca hubiera podido ser candidato de la UCR con el cambio que después hizo en la plataforma de su partido. Pero la lucha, desde un punto de vista real no se da en el plano ideológico; desde un punto de vista ficticio sí, porque Frondizi da la sensación de querer diferenciarse a través de un mayor acercamiento al verdadero programa radical de Yrigoyen, mientras que nosotros -ya dividido el partido- teníamos al sector unionista, aunque no eran sus ideas las que prevalecían sino las de la intransigencia. ..El desprestigio del peronismo en esa época era muy grande y Frondizi tuvo mucho que ver en levantarlo, porque el peronista en definitiva, sintió que había triunfado él y no la UCRI. Si en 1958 hubiera triunfado el radicalismo unido con un gran respaldo electoral y hubiera puesto en marcha su plan, la República Argentina se estabilizaba en forma definitiva, pero Frondizi malogra la gran posibilidad democrática del país que sin duda tenía que incluir el levantamiento de la proscripción al peronismo." (Enrique Vanoli, entrevista) Véase los datos al pié de página.


Frondizi: maestro del fraude interno y de la ambición sin frenos morales

". ..A Yrigoyen lo atacaban los adversarios políticos, mientras al otro (a Frondizi) lo aplauden y hasta lo suponen su futuro defensor. A Yrigoyen lo atacaban los que fueron privados por su acción gubernativa de algún privilegio, mientras el otro se acerca a los privilegiados por la corrupción depuesta a requerirles favores y ayuda. A Yrigoyen lo atacaban los seudo radicales que pretendían utilizar al partido como trampolín para saltar al poder público, lo que no consintió jamás por ningún motivo, mientras que al otro estos seudo radicales, lo aplauden porque coparticipan del asalto; y lo atacan en cambio, los radicales verdaderos que respetan esa moral impuesta por Yrigoyen con el ejemplo y con la prudencia. .. Su falta de sentimiento radical y su desconocimiento de Yrigoyen, le hicieron irrespetuoso de la verdad histórica, pretendiendo desmentir lo que éste dejó escrito." Atilio Cattáneo

"Claro que no se suicidará como Alem o como De la Torre el que no protagoniza como ellos, en militancia de apostolado, el drama del país, porque ha escogido el papel de la farsa demagógica y de la adulación de la turbamulta. Lo que es verdadero revelación es eso de que pretenda suceder a Alem e Yrigoyen, maestros del renunciamiento y del desinterés, un maestro del fraude interno y de la ambición sin frenos morales y sin escrúpulos, como Frondizi... A los radicales no los ha dividido una divergencia de tipo programático ni referida a la conducta, sino la ambición de un hombre (Frondizi), cuya defección vemos con angustia personal y con profunda inquietud argentina..." Dr. Ernesto Sammartino, alocución radial en Radio Splendid, el 16 de febrero de 1957, contestando palabras de Arturo Frondizi, quien osó compararse con Yrigoyen y Alem.


"Para los radicales el pueblo no es algo que se mire, se valore y se proteja como exterioridad; el pueblo somos nosotros mismos, esa totalidad que sufre y sueña, que protagoniza su quehacer y su destino en cuya entraña sentimos, pensamos y vivimos, sin retacear problemas colectivos. Nunca aprendimos a trepar para contemplarlo desde arriba y dejarle caer frases tutelares, sentimientos de amparo y protección. El pueblo es para nosotros, sujeto de la contingencia creadora en cuyo nudo dramático estamos todos apretados, y no objeto de una terapéutica concebida desde observatorios, formulada desde gabinetes, engendrada, en suma, fuera de su matriz histórica. Lo que no haga el pueblo no se hará por él; lo que el pueblo no diga no se dirá por su cuenta..."

"Radicalismo es democracia interna; fué, es y seguirá siendo lucha contra los monopolios capitalistas, contra todas las formas de privilegio; radicalismo es reforma agraria, educación popular, acción antiimperialista y reforma universitaria; es defensa y promoción de los derechos económicos de los trabajadores; es derecho de huelga y organización gremial; es salario real y asistencia social; radicalismo es justicia y libertad en todas sus expresiones; es defensa del patrimonio y soberanía nacional... "

(Ricardo Balbín, declaración en Radio El Mundo, 15 de febrero de 1957)


NOTA REMITIDA A BALBÍN POR EL COMITÉ DE LA UCR DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

Al doctor Ricardo Balbín
Buenos Aires, 26 de febrero de 1958.


Distinguido compatriota y correligionario: Su nombre fue bandera en las luchas del civismo, desde los años juveniles. La libertad y la dignidad de los argentinos fue su pasión; en su holocausto vivió hasta el sacrificio.
Detrás de las rejas de Olmos fue un símbolo en la resistencia viril contra el despotismo. Las calles de las ciudades y los pueblos de la República, recibieron el acento de su voz emocionada en el intento propicio del reencuentro para el quehacer fecundo del mañana. Supo poner emoción de hombre bueno en las tribunas levantadas para las madres y los jóvenes en la búsqueda del camino que mitigara el dolor de las heridas de los años oscuros, vividos con fe en la redención cívica del país.
El radicalismo lo quiso llevar al sillón de Rivadavia para que sembrara la paz anhelada. La coalición antiradical venció en las urnas y desde el instante del pronunciamiento usted declaró volver a ser un afiliado más al servicio del viejo e inmarcesible ideal partidario.
Los radicales, que jamás arriamos las banderas, no hablamos de empezar de nuevo, sino de seguir la lucha: ¡Siempre adelante!, porque el país necesita de este radicalismo que prefirió la derrota a una victoria fácil de lograr con la deformación de la conducta. Leales al espíritu de la Revolución, no usamos sus errores para la conquista de resentidos. Como siempre, abrimos los brazos al convencido honesto. Sin dar ni pedir. Reclamamos coincidencia en el patriotismo y fe en la honradez; usted fue, ante esa premisa histórica, un sacrificado. Hoy vuelve a ser un abanderado de la resistencia contra el retorno -insinuado en las calles- de una época que el país creía definitivamente superada.
El radicalismo de la provincia de Buenos Aires mantiene expectante sus cuadros de lucha. El nuevo gobiemo constitucional tiene que cumplir un deber democrático y liberiario. En la medida que así lo haga, esos cuadros seguirán fieles a los intereses de la República, en el respeto a la ley y sus instituciones; si así no fuere, la rebeldía radical volverá a ser faro de la libertad y usted, doctor Balbín, acumulará en el haber de su contribución para la dignidad argentina, la aporiación de su nuevo y patriótico sacrificio. A su lado estaremos los radicales.
No olvidamos a su digna esposa y a sus hijos, que tanto han sufrido a través de toda su vida. Para ellos y para usted, en nombre del radicalismo de Buenos Aires y en el nuestro propio, un fraterno abrazo.
(Fdo.): Alfredo M. Ghiglione, presidente; Eduardo Esteves, Octavio Ortíz , secretarios.

RESPUESTA DEL DOCTOR BALBÍN

(Fechada el 5 de marzo de 1958)

Me ha emocionado usted con su carta, y por su intermedio me ha premiado en demasía el radicalismo de Buenos Aires. Agradezco muy íntimamente sus buenas y enaltecedoras palabras.
Por lo demás, me es grato significarle que comparto los conceptos y el criterio sustentado por la Mesa Directiva del comité de su presidencia.
Es verdad que puede la Unión Cívica Radical del Pueblo estar orgullosa de su lucha, de sus tareas y de sus definiciones. Es que tiene demasiada historia y sobradas actitudes de dignidad como para que pueda equivocar rumbos, cuando está en juego la conducta de los hombres, o busca el país nortes de superación.
Es cierio, también, que en el proceso argentino de estos tiempos hemos sido leales al espíritu de una revolución, en cuanto dio término a una conducción dictatorial para reencontrar al país en la democracia.
Nuestra lealtad para con el hombre libre y la aspiración de consagrarlo, sirvió para la crítica interesada e injusta; pero estemos seguros que el tiempo se encargará de demostrar que el generoso y levantado gesto del radicalismo hizo posible cumplir el fin superior y principal que alimentó la resistencia del pueblo, que posibilitó la revolución y alcanzó el comicio. Es, por ello, que frente a los escena mayor, no cuenta nuestra derrota material, ya que en el examen de la perspectiva ancha, lo que habrá de computarse será la dignidad de un partido que, a despecho de la ventaja circunstancial, supo ser fiel a los contenidos de su definición y de su lucha. De ahí que cuando se exhibe la cifra adversa vinculada al logro del poder y abultada de cualquier modo, se agranda en la escena la personalidad moral de la Unión Cívica Radical del Pueblo.
Definimos en torno al hombre libre, que seguro en el pleno ejercicio de sus derechos dignifica las instituciones, somos adversarios declarados de toda concepción que lo niegue. Por eso, hablamos siempre a su responsabilidad, y seguiremos haciéndolo así, al margen de cualquier especulación política dispuestos a enfrentarnos sin disimulos, contra quienes pretenden desvirtuar su vocación democrática o frustrar su legítimo anhelo de bienestar económico en un ámbito de paz y tranquilidad social. Para identificar lo adversario, habrá de saberse que no nos engañarán las exhibiciones, ya que el juicio lo tendremos que abrir sobre las realizaciones, los procedimientos y las conductas.
Por eso es que dice bien, señor presidente, cuando afirma que el radicalismo de la provincia de Buenos Aires mantiene expectantes sus cuadros de lucha, que es tanto como aseverar que no renunciamos a la brega y que defenderemos al país de toda deformación, porque como usted también lo sostiene, seremos "fieles a los intereses de la República en el respeto a la ley y a las instituciones de su democracia".
Al agradecer en nombre de mi esposa y mis hijos su afectuoso recuerdo, estrecho a usted en fuerte abrazo y por su intermedio saludo al radicalismo de mi provincia con todo cariño, cordialidad y simpatía.
(Fdo.): Ricardo Balbín


Radiografía del Peronismo (sus dos primeros gobiernos) Texto de Carlos S. Nino.

Ricardo Balbín perseguido por el peronismo.

Apuntes para la Historia del Radicalismo.

El bloque de los 44.

La entrevista a Vanoli, las declaraciones radiales de Cattáneo, Sammartino y Balbín han sido extraídas de: 'La división del radicalismo', de RICARDO GALLO, Editorial de Belgrano, 1983. Este libro que recomendamos por su objetividad así como por su profundidad, es producto de la tesis doctoral de Ricardo Gallo en la carrera de Sociología de la Universidad de Belgrano, el director de la tesis fue el Dr. Félix Luna.

© Matías Bailone , 2003. Villa Mercedes (San Luis) República Argentina.